Poema Torre de San Juan

POEMA TORRE DE SAN JUAN

¿Porqué no creer en algo que se escondió en el tiempo y que hasta el momento de su partida nada se sabía?, quien podría imaginar una estructura sellada por los años y anclada en las orilla del peligro, un monumento con gran valor histórico y maravilla local. Ingeniosa estructura metálica que una vez palpé, vi y quizás hasta me llamó con locura, desafiándome a conocer la misteriosa cima de la obra, plataforma vertigosa y desconocida.

Monumento y reliquia nuestra que un día dejé partir, te alejaste para siempre como se aleja el alma del cuerpo. ¿Porqué no se pudo retener? ¿A quien reclamar el daño sentimental que causaste en quienes te conocieron?. Aunque jamás mostraste al mundo la angustia de estar obligada al recuerdo, siento que más de una vez me llamaste cuando te vi en fotografías. Perdona monumento local porque nadie abogó por ti en el momento que tus desgarradores gritos de compasión, retumbaban en los oídos de nosotros, tus hijos, tratando de permanecer aquí para siempre.

Que torpeza no haberte disfrutado antes, ahora y dolorosamente te comparo con mi padre que comparte el maravilloso sitio de la eternidad. Como olvidarte si el recuerdo es lo único que no muere, perdónanos traicionada madre de hierro fundido, que entregaste tus servicios y tu bondad al desarrollo rural.

Así como se lamenta, también se cuenta de ti. Fuiste testigo ocular de parejas que se refugiaban escapando de la claridad de la luna y las estrellas fugases, cuentan que cobijaste en tu armoniosa estructura, al caminante que recibía del cielo el penetrante rayo de sol, a él le diste una pequeña porción de frescura que tenían tus fuertes brazos de hierro. Los cuerpos cansados bebían de tu agua que al dormir, daba la impresión que se bebía el mejor néctar de vida.

Ante tus ojos cuantos obreros, amigos y amantes del abismo, se pasearon por tus orillas buscando de sol a luna el sustento familiar, jamás se comentó desgracia alguna, porque nunca lo quisiste amistosa y leal Torre de San Juan.


Anónimo